El autor cordobés Raúl Fernando Montachini murió este lunes, a los 67 años, producto de una dolencia que lo venía afectando desde hacía un tiempo.
Con un destacado historial de canciones, que ya son parte del patrimonio intangible del folklore cordobés, Montachini compuso: “Mi abuelo gringo”, “Quizás en Totoral”, “Cordobés, guitarrero y cantor”, la “Cantata a Córdoba”, el vals “A Jardín Florido, caballero de ley”, y la zamba “Córdoba en Otoño” junto al poeta Walter Galíndez.
El músico Víctor Hugo Godoy, integrante del grupo Los 4 de Córdoba,
lamentó el fallecimiento del autor, y dijo en declaraciones hechas a radio Cadena 3: “Sabía que andaba delicado de salud, pero no pensé que este desenlace iba a ser así. Es una pena para la familia del folclore y de la música de Córdoba”.
Semblanza
Raúl Fernando Montachini nació en 1947 en El Arañado, “en el corazón de la Pampa Gringa”, una posta obligaba entre Córdoba y Santa Fe. A los 12 años de edad vino a vivir a la capital mediterránea para estudiar en el colegio salesiano Pío X, que está ubicado frente plaza Colón. Abrazó la amistad, se introdujo en el valioso acervo que la tradición oral transmite de los hechos y personajes y los tributó en letras memorables, que hallaron eco en conjuntos como Los Cuatro de Córdoba, Los Patricios, Los Del Suquía y más recientemente 5 Sentidos y Alma de Luna.
Ya en su pueblo natal, había conocido en persona a figuras de la música popular, como Jorge Cafrune, Marcelo Simón, Jaime Dávalos y Albérico Mansilla. Admiraba a Atahualpa Yupanqui y el Chango Rodríguez. Y recomendaba que los músicos de las nuevas generaciones tomen contacto con la obra de Armando Tejada Gómez, Cuchi Leguizamón, Jaime Dávalos y Manuel J. Castilla.
Raúl Montachini amaba los paisajes del Traslasierra, Villa Dolores, Nono, igualmente apreciaba Villa Tulumba y San Francisco del Chañar, “donde se respira la historia”. Le gustaba estar allí y hablar con los habitantes naturales de esos lugares, que le descubrían tradiciones y alumbraban en él nuevos motivos de inspiración.
“Raúl Montachini, el “Gringo” para todos sus amigos, tiene en su tonada el gracejo de los cordobeses y en sus letras la exacta descripción de los paisajes y personajes de la provincia”, concluyó Carlos Arancibia en una entrevista que le realizó para Folklore y Tradiciones.
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