18.7.11

Curso para enfermos de soberbia

Este año tenemos elecciones y los políticos que supimos conseguir ya comenzaron con sus campañas y las uñas bien afiladas para arremeter contra quien se les interponga en el camino. La pelea es cada vez más despiadada y sin escrúpulos; es un momento en que se transforman y desaparecen los afectos por la familia los amigos y los colegas y los tenemos muy cerca nuestro, por supuesto que hay excepciones, nos vamos a encontrar con buenos políticos o ciudadanos que tienen excelentes proyectos y no los dejan ni siquiera participar por egoismo o envidia; también nos veremos con panqueques borocotizados "históricos que se arriman al sol que más calienta y los que tienen promesas de espejitos de colores y los mismos versos de siempre., ¿y la gente? parece no tener memoria y los vuelve a votar, más aquellos que están tan embebidos con su soberbia que se la creen y cuando están en el poder no ven más allá de su escritorio y utilizan los recursos para catapultarse a otros cargos (o curros) políticos demostrando que la gente que los llevó a esa miserable cuota de poder no les importa un pito.
Cada uno dice tener un plan para "hacer grande la región" pero no escuchan otras propuestas ni mejoras para las que supuestamente tienen.
Para todos esos que no atienden sus obligaciones para las que el pueblo los puso allí, tenemos un recordatorio que puede llegar a ser un "minicurso" para que utilicen y cambien su actitud:

EL CURSILLO:
Ante todo queremos aclarar que la soberbia es una de las más inmundas discapacidades que suele afectar al ser humano sin distingo de ninguna naturaleza, ya que la padecen gobernantes, plomeros, policías, periodistas, empleados públicos, piojos resucitados y casi todos aquellos infelices mortales que se encuentran de golpe con una miserable cuota de poder (aunque sea transitoria).

Receta sencilla:
1º)
Diríjase al anochecer en pleno campo serrano donde la soledad sea absoluta. Levante la cabeza y mire las estrellas. (En esa posición y visto desde el espacio, usted parecerá un virus instalado en el globo terráqueo.)
2º) Piense entonces que está parado/a sobre un pequeño planeta que gira alrededor del Sol (que también es una minúscula estrella) que integra una galaxia a su vez minúscula que forma parte de los miles de millones de ellas que forman el Universo hace miles de millones de años.
3º) Una vez que llegó a este punto, coloque sus manos sobre ambos costados de la cintura como "asas" de forma desafiante (tal cual como acostumbra cuando tiene actitudes soberbias acompañada de gritos y monólogos que nadie escucha).
Entonces... mirando al cielo ¡grite! con todas sus fuerzas: ¡YO SI QUE SOY ALGUIEN PODEROSO/A!
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Luego... espere el resultado; si ve que algunas estrellas se sacuden -no se haga ningún problema- Es Dios que se está (cag....) perdón... matando de risa de usted.

Que esto sirva de reflexión para muchos que tienen la posibilidad de cambiar los destinos de un pueblo o de un país y solo piensan en sus intereses personales.
Alfredo Fonré
director de Editorial Serrana